Dificultades para que la central comience a inyectar en la fecha comprometida, obligaron a EDF y Biobíogenera a buscar a un tercero para que entregue el suministro. El acuerdo sería, por ahora, temporal.
Los controladores del proyecto de generación El Campesino, ubicado en la Región del Biobío, están dando los primeros pasos para hacer frente al inminente retraso de la iniciativa.
El problema es que la central, que utilizará gas natural como combustible principal, se adjudicó un contrato de suministro en la licitación de clientes regulados de 2014, que la obliga a comenzar el 1 de enero de 2019 con la inyección de energía. Así, la demora que enfrenta su materialización los obligó a salir a buscar un plan B.
Ahí apareció Endesa Chile. Según trascendió, los titulares del proyecto termoeléctrico -Electricité de France (EDF) y Biobíogenera, ligada a inversionistas locales- están en conversaciones con la principal generadora del país para que sea esta última la encargada de cumplir con los compromisos acordados, mientras la central concluye su construcción.
Endesa fue la gran ganadora de la última licitación, obteniendo el 47% de la energía.
El Campesino -anteriormente conocido como “proyecto Octopus”- se adjudicó en octubre de 2014 unos 4.000 GWh/año para abastecer a los clientes regulados del Sistema Interconectado Central (SIC), a un precio de US$111 por MWh. El contrato se iniciaba el 1 de enero de 2019, con una extensión de 20 años.
Sin embargo, dados los tiempos de tramitación del proyecto y el hecho de que aún no logra obtener todos los permisos sectoriales para iniciar su construcción, la generadora está evaluando distintos escenarios para salvar el negocio y a su vez, cumplir con los compromisos. Esto, pues el precio del contrato es sumamente atractivo para la compañía, considerando que los US$111 por MWh están muy por encima de los precios a los que se llegó en la última licitación, que cerró a un promedio de US$47,5 por MWh.
La central de EDF y Biobíogenera contaba con un plazo para postergar en hasta dos años la entrada en vigencia del contrato, como lo estipulan las bases de la licitación, pero esa ventana ya se cerró. Por ello, han iniciado conversaciones con Endesa Chile para que ésta utilice su infraestructura ociosa para cumplir con su compromiso adquirido en la licitación eléctrica de 2014, al menos por los cuatro a seis meses que proyectan que se atrasará el proyecto en relación a su cronograma inicial.
Si bien ningún acuerdo está cerrado a la fecha, las conversaciones estarían bastante avanzadas.
El contrato con Cheniere. En otro frente en el que está trabajando la empresa es en el contrato firmado con Cheniere Marketing International LLP, filial de la compañía norteamericana Cheniere Energy, para el abastecimiento de gas natural licuado (GNL). El acuerdo es por veinte años y le permitirá adquirir 0,62 millones de toneladas de gas por año.
Dado que el contrato está firmado bajo la modalidad take or pay (pago a todo evento), pero con algunas flexibilidades que les permitirían enfrentar contingencias, al interior de la empresa están evaluando qué hacer con los primeros embarques de GNL si el proyecto se atrasa, lo que podría incluir renunciar al barco o venderlo a terceros. Sin embargo, dicha decisión no debe ser tomada hasta más adelante, por lo que aún no hay un pronunciamiento oficial.
El Campesino es una central de ciclo combinado a gas con una potencia neta total de 640 MW. El proyecto ingresó a tramitación ambiental en noviembre de 2014 y recién en agosto de este año recibió su resolución de calificación ambiental (RCA).
Se estima que la central iniciará a fines de año su construcción y comenzará a inyectar a mediados de 2019, tras 30 meses de construcción. La iniciativa involucra una inversión de US$804 millones y tiene un terminal de GNL asociado con una inversión de US$165 millones.
Fuente: Pulso.cl