Aunque suene arriesgado y poco creíble para algunos, el motor que en siglos pasados dio grandes impulsos a la industria y que, hasta la fecha, ha impulsado automóviles alrededor del mundo, tiene sus días contados. A medida que las baterías se hacen cada vez más baratas y mejores- el costo por kilowatt/hora ha caído de $1.000 en 2010 a $130-200 al día de hoy- y los beneficios energéticos y medioambientales se dan a conocer cada vez más de forma masiva, los motores eléctricos toman mayor protagonismo.
Expertos pronostican que los vehículos eléctricos representarán el 14% de las ventas globales de automóviles en 2025 frente a sólo el 1% que se presenta en la actualidad. Para formarnos una idea del futuro energético que se espera en este sector, utilizaremos una cifra oficial del Consejo de Defensa de Recursos Naturales de Estados Unidos: «los autos eléctricos existentes a la fecha, reducen las emisiones de carbono en un 54% en comparación con las de gasolina». Entonces, imagínate cuánto podría aumentar esta estadística si los autos eléctricos se vuelven más eficientes y la generación de la red más ecológica.
Diferentes países y localidades alrededor del mundo, han confirmado la prohibición de venta de vehículos con motor a combustión en el mediano y corto plazo, aspecto que sólo viene a comprobar los beneficios de la movilidad eléctrica y un cambio de actitud frente al cambio climático que avanza a pasos agigantados.
El primero en dar el paso fue Alemania. El Consejo Federal germano, aprobó la resolución que conlleva la prohibición de la venta de vehículos con motores diésel y a gasolina para el año 2030. Si bien este anuncio realizado el año pasado se limita al momento en que se dejarán de vender estos modelos de autos, la prohibición de su empleo podría ser el siguiente paso para mejorar las críticas situaciones medioambientales y energéticas.
Por su parte, Francia- país en que más vehículos 100% eléctricos se vende- anunció que ampliará sus objetivos de reducción de emisiones y aspira en 2050 a la «neutralidad de carbono». Una de las medidas importantes para alcanzar dicha meta, fue comunicada hace un par de semanas y corresponde al fin de la comercialización de automóviles con motores diésel y gasolina en 2040. Con esta meta por delante, el gobierno francés eleva su ambición por un cambio importantísimo en términos energéticos.
En el caso de Chile, la venta de autos eléctricos no alcanza los números de Europa, pero la adquisición de esta alternativa de transporte eficiente por parte de los consumidores va en alza y con grandes proyecciones de ahorro energético y económico a largo plazo.
Fuente: top-ten.cl