Hace un par de semanas el comité de expertos del Premio Nacional Avonni 2016– galardón que promueve ideas innovadoras con el fin de difundir la capacidad de quienes contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida- entregó su lista de 50 finalistas, después de un largo proceso de evaluación de más de 700 proyectos e iniciativas que postularon este año.
Del total de casos recibidos, los expertos tuvieron la difícil misión de elegir un máximo de cuatro finalistas por cada una de las 15 categorías. En la categoría “Recursos Naturales”, los jóvenes talentos nacionales, Cristóbal Rojas Pino y Daniela Abarzúa Guerra, dieron mucho que hablar con su prototipo ecológico Savbia Matic. ¿De qué se trata? Su innovación corresponde a un detergente 100% ecológico elaborado exclusivamente con materiales biodegradables y cuyos principales beneficios son el ahorro de agua y energía y la fomentación del reciclaje por medio de su envase.
Dentro de las principales motivaciones que llevaron a estos dos talentos chilenos a crear el detergente ecológico, están el enorme consumo de agua, energía y tiempo durante la actividad rutinaria y que todo chileno realiza como es el lavado de ropa. Junto con esto, también influyó la preocupación por las consecuencias medioambientales de dichos consumos excesivos al mezclar agua con detergente, por lo que desde un inicio su prototipo fue pensado sin utilización de colorantes o químicos nocivos para la salud.
El “Savbia Matic”, también definido como “el primer detergente líquido concentrado eco-sustentable sin enjuague en Chile”, permite lavar una carga de ropa completa con tan sólo 20 ml. Esta formulación permite que los consumidores prescindan de la etapa de enjuague en el proceso de lavado, aspecto que permitiría un ahorro importante de agua, estimado en 100 litros por lavado o 90 mil litros anuales, además de reducir los tiempos de lavado en 450 horas al año. Con respecto a la energía, el consumo también disminuiría en 855 kWh anuales equivalentes a aproximadamente 385 toneladas de CO2 al año.
Hablar de un “detergente ecológico” puede no impactar tanto, sin embargo, si tomamos en cuenta que después del refrigerador y el televisor, la lavadora es el electrodoméstico que más energía consume en el conjunto de los hogares chilenos, y a esto agregarle también un consumo considerable de agua, utilizándola entre 3 y 5 veces por semana, esta innovación cobra mucho más sentido y representa un aporte considerable. Ya que toda medida que permita este ahorro energético y disminución de la contaminación ambiental es también una contribución a la eficiencia energética global de nuestro país. De esta forma, si una persona reemplaza su detergente actual por este ecológico y, de paso, adopta medidas de uso eficiente de la energía como desconectar la lavadora de la energía eléctrica durante el tiempo que no está siendo utilizada, optar por los programas de lavado de baja temperatura o de agua helada si es posible, ocupar la lavadora con carga completa y, al momento de comprar uno de estos electrodomésticos, preferir el que sea más eficiente (revisar etiqueta de eficiencia energética), estaríamos generando ¡un gran cambio!
En palabras simples, todo cambio es relevante y si a éste le sumamos el aporte individual de otros tantos, el desarrollo de la eficiencia energética se torna cada vez más óptimo, generando cada vez mayores impactos positivos al medio ambiente y a nuestra calidad de vida.
Fuente: top-ten.cl, Savbia Matic, La Segunda, Economía y Negocios y VeoVerde.