GNL, una alternativa al diésel en el transporte por carretera

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Foto: Gasnam.es

¿Puede el Gas Natural Licuado (GNL) ser una alternativa al diésel en el transporte por carretera? La Unión Europea cree que es más que factible y por ello en el programa Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) se contempla la potenciación del GNL como combustible alternativo. En dicho programa se financia un proyecto dotado con 22 millones de euros que tiene como principal objetivo sufragar la instalación de estaciones de servicio de GNL en las principales rutas de transporte para que las empresas del sector puedan decidir si optan por el gas para alimentar a sus cabezas tractoras.

Las empresas de transporte punteras que ya trabajan con el GNL tienen en la actualidad en la falta de puntos de abastecimiento su principal problema a la hora de lograr cerrar rutas europeas en las que puedan operar camiones con gas como combustible. Una empresa vasca, Transordizia, especializada en el transporte internacional de vehículos industriales, ha sido la primera en conseguir atravesar Europa con un camión que utiliza exclusivamente gas natural licuado. La firma se encuentra localizada en el centro logístico irunés de Zaisa, en un punto estratégico junto a la frontera con Francia.

Para poder completar el viaje de Madrid a Hamburgo, Transordizia ha tenido que añadir un tanque de combustible suplementario a su Iveco 330 GNL para lograr los 1.300 kilómetros de autonomía necesarios para completar su ruta. El tanque de serie del modelo de Iveco, uno de los pocos adaptados para el uso del gas licuado, sólo permitía una autonomía de 600 kilómetros, demasiado corta para atravesar Europa sin la garantía de contar con los puntos de recarga adecuados. El camión de Transordizia ha conseguido el reto de atravesar el continente utilizando sólo tres puntos de abastecimiento, uno en Madrid, otro en Olaberría (Gipuzkoa) y el último en la localidad belga de Amberes.

Las ventajas de utilizar GNL en lugar del diésel son en primer lugar económicas y en segundo lugar medioambientales. Para las empresas de transporte evidentemente la opción de reducir sus gastos de explotación y aumentar sus márgenes es una opción más que atractiva. Y la necesidad de reducir los gases de efecto invernadero y de cumplir los compromisos internacionales asumidos por Europa y sus países miembros hace que no falten fondos públicos para hacer la transición del diésel al gas licuado.

Gracias al apoyo institucional Transordizia pondrá en servicio cinco camiones alimentados con GNL hasta 2019 pero contempla la adquisición progresiva de 25 camiones Iveco GLN lo que le obligará a acometer una inversión cercana a los dos millones y medio de euros.

El Gas Natural Licuado es un 40 por ciento más barato que el diésel. El problema financiero llega con la adquisición del camión que pueda usarlo como combustible, que es en la actualidad mucho más caro que su homólogo convencional. Pero las empresas que los operan, como la vasca, afirman haber logrado un ahorro total del 10 por ciento descontados los mayores gastos de adquisición de la cabeza tractora.

El GNL es gas natural que se procesa para ser transportado de forma líquida y es inodoro, incoloro y no tóxico. Su uso tiene un menor impacto ambiental por la alta relación hidrógeno-carbono en su composición. Los derrames de GNL se disipan en el aire sin contaminar el suelo ni el agua y como combustible vehicular reduce las emisiones de óxidos de nitrógeno en un 70 por ciento además de no producir compuestos de azufre ni partículas.

España cuenta con una ventaja competitiva a la hora de incorporar el gas licuado no sólo al transporte por carretera, también al marítimo y con posibilidades de desarrollo futuro en el aéreo. Cinco puertos en la península cuentan con instalaciones para su descarga, almacenamiento y posterior distribución. Son los de Huelva, Cartagena, Barcelona, La Coruña y Bilbao. A finales de 2016 se espera que estén operativas doce estaciones de gas natural en España que permitirán a las empresas de transporte garantizar la cobertura de combustible para rutas de corta y media distancia.

La apuesta vasca

Euskadi, con el departamento de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno Vasco a la cabeza, ha impulsado en los últimos años el uso del GNL como combustible para reducir los costos en los procesos industriales y en el transporte, con Bahía de Bizkaia Gas como principal corazón de su apuesta que le ha convertido en el punto de entrada del gas licuado más importante del eje atlántico. La empresa vasca cuenta con modernas instalaciones en la localidad vizcaína de Ziérbena, dentro del Puerto de Bilbao, desde las que distribuye GNL además de utilizarlo en su planta de regasificación para lograr gas natural destinado al consumo doméstico, comercial e industrial así como a la generación de energía eléctrica.

El EVE, Ente Vasco de la Energía, dependiente también del Gobierno Vasco, ha apostado fondos públicos para que Transordizia pueda acometer el cambio de su flota de camiones diésel a nuevas unidades alimentadas con GNL y también se ha mostrado especialmente activo en sumar voluntades con otros agentes públicos y privados en iniciativas comunitarias tendentes a potenciar el uso del gas licuado en el transporte marítimo. Una apuesta que se ha visto recompensada recientemente con la sede del futuro operador del mercado ibérico de gas natural que tendrá su sede en Euskadi.

Fuente: Energía16

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