El año pasado la multinacional energética italiana Enel Green Power (EGP) anunció la construcción de una planta híbrida para abastecer a la comunidad aislada de Ollagüe, Región de Antofagasta, en base a energía solar, eólica y co-generación con almacenamiento de energía eléctrica en baterías de sales fundidas. Una verdadera apuesta, pues a pesar de utilizar tecnología existente, se trató de la primera planta de este tipo en el mundo capaz de administrar estos recursos de manera inteligente en una zona de condiciones extremas.
A tres meses de su puesta en marcha, Salvatore Bernabei, gerente general de Enel Green Power Chile y Países Andinos, señala que el proyecto ha sido todo un éxito, y que si bien aún queda un amplio margen para seguir perfeccionándolo, ha logrado administrar energía continua durante las 24 horas a las 150 familias de la localidad.
Se trata de un plan piloto que se enmarca dentro de una iniciativa mayor de la gigante italiana, la cual ha identificado a las comunidades aisladas como un mercado potencial interesante de abordar dada su gran magnitud. Esto dado a que sólo en Chile existen unas 300 comunidades de este tipo, dos tercios de ellas no tienen acceso a energía, y en América Latina, 34 millones de personas no tienen sumistro del recurso, cifra que en el mundo se eleva a 1.200 millones de habitantes.
Por ello, la apuesta de EGP es convertir a Ollagüe en un laboratorio natural para pilotear soluciones sociales de desarrollo energético para localidades aisladas que luego puedan llevar a distintos lugares del mundo, las que contemplan tecnologías de energías renovables, innovadores modelos de gestión por parte de las comunidades y fomento al desarrollo local. Con sus 3.700 metros de altura y temperaturas que oscilan en promedio entre -20°C y 20°C, Ollagüe es ideal para testear tecnologías bajo condiciones extremas; y tras su venida abajo luego de la época del salitre, es un escenario interesante para estudiar cómo el suministro energético puede influir en la reactivación del desarrollo local. «Ollagüe tiene volcanes y unos salares maravillosos que le dan un atractivo turístico, el cual podría explotar de mejor manera con este proyecto», visualiza.
Innovación incremental
Bernabei cuenta que la Planta Híbrida de Ollagüe -financiada en conjunto con Minera El Abra por USD 3 millones, y que cuenta con 235 Kw de capacidad instalada- es un primer paso dentro del proyecto, pues el plan de EGP es seguir incorporando y probando nuevas tecnologías que aumenten la competitividad de la solución y la hagan más atractiva comercialmente, además de estudiar el impacto social que genera.
En esa línea ya integraron el sistema de cogeneración Trinum, el cual permite aprovechar el calor del motor de generación eléctrica para entregar agua caliente a la escuela de la localidad, y están estudiando incorporar un sistema tecnológico que facilite el pago de las tarifas, actualmente manual. Además, esta semana iniciarán junto al Seremi de Energía una serie de capacitaciones para los habitantes en eficiencia energética, y han preparado a la municipalidad y a los lugareños para que puedan administrar la planta.
«Queremos transformar a Ollagüe en un laboratorio para perfeccionar un sistema híbrido que tenga el menor costo posible, y experimentar un modelo de gestión social integrado en la comunidad, demostrar que funciona y llevarlo a otros lugares», señala Bernabei, quien recalca que lo importante del proyecto no es sólo fijar un precedente del costo híbrido, sino también comprobar cómo estas soluciones cambian la vida de la gente.
Fuente: Portal Minero