Una educación ambiental pluralista, participación ciudadana efectiva y difusión acerca de los beneficios de un cambio en la matriz energética del país, asomaron como fundamentales para crear conciencia acerca de la importancia en las Energías Limpias en la lucha contra la contaminación atmosférica.
Este fue el tema del tercer Diálogo por el Nuevo Aire, realizado ayer y en el cual se llegó a la conclusión de que el fomento y buen uso de las Energías Renovables No Convencionales, ERNC, «es fundamental para lograr una mejor convivencia entre calidad de vida, desarrollo y cuidado del medio ambiente».
Este encuentro, inserto en la campaña de responsabilidad social de Diario Austral de la región de Los Ríos, fue el último de una serie que también incluyó el análisis del uso de la leña y la aislación térmica.
La cita de esta oportunidad contó con la participación de Carla Peña, seremi de Medio Ambiente; Francisco Acuña, jefe del Departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad de Valdivia; Alexis Núñez, director de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad San Sebastián sede Valdivia; Pablo Roa, ingeniero ambiental y profesional de la seremía de Medio Ambiente; Roberto Paredes, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Valdivia; Elena Villanueva, profesional de la seremía de Energía; y la periodista Natalie Fauré, asesora de la empresa Colbún.
En ese contexto, la profesional de la seremi de Energía, Elena Villanueva explicó que las energías renovables «son aquellas que no se agotan a escala humana» y que en general «son energías limpias, pues sus procesos de aprovechamiento tienen bajas emisiones. En Chile, las Energías Renovables no Convencionales están definidas por la ley 20.257, que precisa a las ERNC como aquellas con fuente de energía primaria: biomasa, hidráulica de pequeña escala (menor a 20 mega watts), geotermia, solar, eólica y de los mares».
Discusión
Para la seremi de Medio Ambiente, Carla Peña, dos preguntas necesarias de responder a la hora de desarrollar un trabajo conducente a la descontaminación atmosférica y en el contexto de las energías renovables son las de ¿qué pasa con la matriz energética del país y la región? y ¿cómo descontaminamos?, aunque el presidente de la Unión Comunal, Roberto Paredes, también manifestó su inquietud ante la constante oposición de grupos ambientalistas a la generación de nuevos proyectos de generación de energía.
En esta situación, Alexis Núñez señaló que es necesario fomentar «un tipo de energía que sea sustentable, económica, masiva y que como región, nos permita ocupar lo que tenemos. Por ejemplo, hay fuentes hídricas importantísimas; y está el tema de los pellet, cuya masificación permitiría reducir las emisiones que se realizan, pero tiene un costo muy alto».
Carla Peña indicó que Chile necesita diversificar su matriz energética, «pero estamos cruzados por malas prácticas anteriores de empresas que hoy son dueñas de la electricidad y el agua. Hemos sido vulnerados en el derecho a la participación y esa historia nos condena». En esta misma línea, señaló que la idea de ir cambiando de leña a otra fuente de energía se vincula con la opción que debe tener la ciudadanía de decidir cuál tipo de energía le resulta más cómodo y más rentable utilizar, todo lo cual va de la mano con un cambio de conducta que implica una mayor educación de la comunidad.
Pablo Roa agregó que una de las medidas del anteproyecto del PDA en conjunto con Conaf es fomentar la oferta de otro tipo de dendroenergéticos.
Participación
Respecto de la participación ciudadana en la discusión del problema energético, para Francisco Acuña el diálogo es necesario, ya que «la ciudadanía no siente los beneficios cuando hay un emprendimiento energético en la región. Debería haber una compensación para que en el lugar donde se produce la energía, exista un descuento en la tarifa, que la comunidad vea los beneficios, que si van a intervenir su territorio, al menos va a tener energía gratis o a precios muy bajos. Eso ayuda a bajar la tensión cuando se anuncia un proyecto».
Aquí, Elena Villanueva recordó que el Ministerio de Energía elaboró un proyecto de ley que favorece a las comunas reconocidas como generadoras de energía eléctrica.
En tanto, Carla Peña planteó que es necesario que los diferentes actores del territorio se sienten a conversar cómo quieren en el futuro a su región y país; y que una participación efectiva se logra en la medida que sea activa y cuando los protagonistas tienen la voluntad de generar cambios, dejando de lado los intereses políticos y personales.
Región compleja
Roberto Paredes reiteró la necesidad de llegar a consensos para que se puedan desarrollar nuevos proyectos y Pablo Roa aseguró que cualquier oposición se debe realizar con bases legales. El profesional de la seremía de Medio Ambiente especificó que «cuando la comunidad está informada y decide en función de sus beneficios, un proyecto se puede realizar sin problemas», aunque en Los Ríos aún no se llega a un consenso por tratarse de una región «compleja». Esto, considerando que siempre debe primar el bien común y donde la compensación es una buena alternativa.
Alexis Núñez agregó que la acción de los grupos ambientalistas puede ser una dificultad, porque muchas veces no pertenecen a los territorios donde se quiere desarrollar proyectos y coincidió en la visión de «una región compleja», en al cual hay que conciliar profundas visiones económicas, sociales y de paisaje.
A su turno, la seremi Carla Peña aseguró que existe una necesidad de distintos sectores de discutir lo que ocurre con los proyectos. «Falta que la comunidad sea más considerada en la toma de decisiones, que la academia y las empresas hagan su labor de compromiso con el territorio, que los municipios bajen la información a las personas, con una visión desarrollo futuro».
«De esta forma, con la información necesaria, con una comunidad empoderada y educada en la temática medio ambiental, el consumidor podrá decidir y optar por energías limpias y renovables, una acción que contribuirá poderosamentea a mejorar la calidad del aire que respiramos día a día», dijo Peña.
El desafío no es menor, coincidieron los panelistas. Y abarca desde la planificación del nivel central (el PDA de Valdivia es un ejemplo), la academia a través del estudio de viviendas sociales energéticamete más eficientes, la capacidad del consumidor para elegir energías menos contaminantes y el acceso a una información pluralista a través de la educación formal e informal.
Coincidencia de prioridades
Coincidentemente con los tres ejes de ejecución del anteproyecto del Plan de Descontaminación Ambiental de la comuna de Valdivia que desarrolló la seremía de Medio Ambiente, una encuesta realizada por la municipalidad de Valdivia definió que el recambio de calefactores, la normativa respecto a la leña y la eficiencia energética (aislación térmica) como las medidas que la comunidad está dispuesta a adoptar para disminuir la contaminación atmosférica. Algunos datos de la encuesta señalan que existe un promedio de 1,2 calefactores por casa; que el 80% de los entrevistados compra leña seca y que el promedio de consumo anual de leña por casa oscila entre los 11 y 12 metros cúbicos.
20.257 es la Ley que define a las ERNC como aquellas con fuente de energía primaria: biomasa, hidráulica de pequeña escala (menor a 20MW), geotermia, solar, eólica y de los mares.
3 son las acciones que los valdivianos adoptarían para disminuir la mala calidad del aire: recambio de calefactores, aislación térmica y que se norme el comercio de leña. Son los mismos ejes del PDA.
3 fueron los diálogos realizados por el Nuevo Aire, referidos al uso de la leña, la aislación térmica y el uso de energías limpias y renovables.
Fuente: Austral Valdivia