Del déficit a la exportación de energía: ¿Qué cambió en Chile en el último tiempo?

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Recientemente, el país comenzó a enviar energía a Argentina por el norte del país, sector que vive un verdadero boom energético. Aquí las razones del nuevo escenario en el país.

La desaceleración de la minería en el norte del país, la mayor infraestructura de interconexión, los nuevos proyectos y la mayor cantidad de lluvias. Estos son algunos de los factores que explican el boom energético en el norte del país que ha llevado a Chile a introducirse en la exportación de energía hacia otros países. Así, el Norte Grande se sitúa como importante foco de energía, lo que esa valorado por el ministro del área, Máximo Pacheco. «Como país debemos, desde el Norte Grande, trasformarnos en un país exportador de energía, energía limpia, y eso ayuda a crear riqueza para los habitantes, genera empleo, actividad económica, pero además nos ayuda a tener un sistema eléctrico más seguro, porque la gente sufre mucho con los cortes de suministro eléctrico», comenta. El discurso por mucho tiempo fue que el país ha sufrido un importante déficit energético. Entonces, ¿cómo el país llegó a exportar de energía? «Lo que ha sucedido es que efectivamente tenemos nuevas inversiones, tenemos nuevos proyectos, tenemos como país la posibilidad cierta de seguir desarrollando las fuentes renovables, especialmente la solar en el norte grande porque tiene uno de los niveles más alto de radiación solar del mundo», explica Pacheco. En esa línea, el vicepresidente Ejecutivo de las Generadoras de Chile, Claudio Seebach, dice que «Chile hoy está en condiciones de exportar energía por dos razones. En primer lugar porque hay una infraestructura de interconexión construida hace más de diez años, de 600 kilómetros, que conecta el norte argentino con el Sistema del Norte Grande de Chile (SING). Y en segundo lugar, este sistema tiene la capacidad de importar gas natural (que llega al puerto de Mejillones) y carbón (a través de Tocopilla y Mejillones), por ende puede producir una cantidad de energía superior a la demanda que hoy requiere la zona norte del país».

«Por lo tanto ese exceso de energía, en el caso de que haya diferenciales de precio y necesidades suficientes desde Argentina, se puede exportar siempre y cuando no esté siendo requerida por el sistema en Chile», enfatiza, aunque aclara que «esto no es integración energética todavía, eso sería si es que hubiera un intercambio permanente de energía producto de un mercado integrado, centrales despachadas simultáneamente según las necesidades del momento». Otro factor, según Ramiro de Elejalde, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad Alberto Hurtado y colaborador en el libro «Economía y Energía, la experiencia chilena», es que en el país «pasaron cosas que tienen que ver tanto con la oferta como con la demanda de energía. Con la oferta, es la cantidad de lluvias que aumentó y después otro efecto es la cantidad de inversión en energías renovables no convencionales y, particularmente en el norte, en energías eólicas y solares». De ahí que esa zona del país posea excedentes de energía, debido a que hay instalados cuatro mil megawatts (MW) y solo consumen 2.363 MW, lo que se suma que en esa zona se están construyendo plantas eléctricas por una inversión global de US$ 8.617 millones que aportarán a la red otros 3.767 megas. Para el académico y experto en energía parte de estos excedentes se atribuyen «por la desaceleración de la actividad minera en el norte, por tanto toda esa oferta no tiene cómo canalizarse y eso también lo explica porque aún no existe una interconexión total entre el SING y el SIC», la que estará lista para el segundo semestre de 2017. Con la vista en puesta en Sudamérica El director ejecutivo del Centro de Despacho Económico de Carga del Sistema Interconectado del Norte Grande (CDEC-SING), Daniel Salazar, ha señalado en una entrevista con El Mercurio que los planes de la entidad son aumentar los intercambios con Argentina y el resto del Mercosur. «Podríamos llegar a Brasil, pero después del 2020», sostuvo. Seebach asegura que en relación con la integración energética con otros países, existe un acercamiento con Perú. «Para que se lleve a cabo es necesario primero resolver la diferencia que existe, ya que ellos tienen 60 hertz de frecuencia y nosotros 50 hertz. Esto requiere una solución tecnológica que se llama ‘back to back’» que permite que se pueda generar la interconexión». Luego hay dos cosas importantes a destacar en Perú. «Hay un puerto de carbón en la ciudad de Ilo, a 175 kms de Arica, con una central de 135 MW y además está llegando el gas natural desde Camisea (Cusco). Entonces el primer paso es hacer la interconexión con la zona de Tacna donde se pueden aprovechar ambas fuentes de energía que podrían eventualmente exportarse a Chile», explica. El organismo, que programa y despacha la electricidad en la zona norte, comenzó desde el pasado 12 de febrero la venta a Argentina, a través de las subestaciones Andes que llega a Salta y ahí inyecta al resto de la red trasandina. Según el detalle, cuando la energía sale de Chile, el costo de operación de esta energía es de US$ 80 MW/h y en Argentina se comercializa a más de US$ 100 por MW/h. Desde que se inició la exportación, esta no se ha parado, a un ritmo diario de 110 MW/h. Salazar aseguró que estos envíos podrían duplicarse sin siquiera tener que hacer inversiones adicionales.

Fuente: Emol

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