El Gas Natural Licuado (GNL) ha sido transportado y utilizado en el mundo durante unos 50 años, transformándose en una industria confiable y segura. Su desarrollo se ha cimentado en la utilización de estrictas normas y reglamentos, tanto para los trabajadores como para las instalaciones de GNL, que se aplican siguiendo altos estándares internacionales de seguridad.
En todo el proceso que involucra el GNL, que se obtiene al someter a bajas temperaturas al gas natural hasta convertirlo en líquido para que sea transportado, hay involucrados diversos niveles de seguridad y contención que reducen al mínimo el riesgo de accidentes, fugas o derrames.
Para lograr un escenario confiable y seguro, con 80.000 cargos marítimos sin derrames o fugas desde estanques de GNL, ni accidentes fatales, la industria ha tenido una evolución técnica que es avalada por la operatividad de los sistemas diseñados. Sus avances incluyen una ingeniería que sustenta las instalaciones de GNL, sus procedimientos logísticos y la competencia técnica de su personal. Por otra parte, las propiedades físicas y químicas del GNL son tales que los riesgos y peligros han sido suficientemente estudiados e incorporados al diseño de los sistemas de seguridad.
En la actualidad, los 388 buques que transportan GNL en el mundo se caracterizan por ser naves seguras y confiables ya que disponen de avanzados sistemas de navegación y monitoreo a bordo. Están especialmente diseñados para llevar el gas natural licuado a temperaturas bajas, con estanques de doble pared de contención y múltiples compartimentos para limitar el impacto de una posible fuga.
A su vez, las plantas de regasificación son infraestructuras con un robusto nivel de diseño, construcción y operatividad compatibles con el entorno y la población. Ello se puede comprobar en la planta GNL Penco, propiedad de Andes Mining Energy, que recibió su aprobación ambiental del SEA en julio de 2016 y que se encontrará en proceso de construcción en la Región del Biobío el año próximo. «El terminal de almacenamiento y regasificación tendrá los más altos estándares a nivel mundial, tanto ambientales como de seguridad”, dice Jean-Francois Lebrun, gerente técnico del Terminal de GNL Penco. “Sus estrictas normas y reglamentos permiten que el terminal sea compatible con las actividades de pesca, turismo y recreación que se desarrollan en la Bahía de Concepción en acuerdo con su resolución de calificación ambiental”, precisa el ejecutivo.
Todas estas normas y regulaciones en torno al GNL, lo transforman en un suministro energético confiable y seguro que día a día gana terreno por sobre otros combustibles.