China se ha transformado en el principal mercado de vehículos eléctricos

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En búsqueda de descontaminar las ciudades, China se ha comprometido seriamente y ha impuesto una agresiva política gubernamental para limpiar el aire de las ciudades, reducir las emisiones de carbono y posicionarse en los primeros puestos de la industria global de los coches eléctricos.

Las empresas chinas están invirtiendo en instalaciones de fabricación de vehículos eléctricos en varias partes del mundo. De hecho, China ya es el principal mercado de vehículos eléctricos del mundo por un amplio margen. En 2016, las ventas de China alcanzaron las 507.000 unidades, más del doble de lo vendido en Europa (221.000) y casi cuatro veces las de EEUU (157.000).

Y según la Asociación China de Fabricantes Automovilísticos del gigante asiático, el estimado de ventas de coches eléctricos en China para el presente año, supera las 700.000 unidades. El gobierno está impulsando las ventas de este tipo de vehículos no contaminantes, mediante subsidios, ayudas y financiaciones especiales.

Tesla está liderando el camino en los coches eléctricos, a la vez que proporciona generación doméstica en base a energía solar y una red de almacenamiento de baterías, con el objetivo de conseguir que el ciclo completo sea “cero carbono”.

Transporte eléctrico es una de las fuertes propuestas de muchas naciones para descontaminar ciudades que experimentan graves problemas por culpa de la contaminación. Pero es posible aplicar ciertas medidas con el fin de que la calidad del aire mejore. Éstas son algunas de las opciones que ya se ha demostrado son viables, puesto que están funcionando y con excelentes resultados, en varios países de todo el mundo.

Otras Soluciones:

Medición neta:  Esta es una política aplicada a los servicios públicos de electricidad regulados por los gobiernos estatales, que implica: permitir la generación de electricidad a través de paneles solares, proporcionar servicios de respaldo y auxiliares para la generación local, aceptar adquirir el exceso de electricidad generada y cobrar únicamente por la electricidad neta consumida de la red. Este es un buen negocio para las empresas de generación eléctrica (que en este caso deben ser estatales) y también lo es para los usuarios, que saben que pagarán una tarifa justa, que se limite a lo que realmente han consumido menos lo que han aportado, sin tasas adicionales y con la certeza de que el gobierno vela porque se cumpla lo pactado.

Normas de kilometraje: California y la UE lideraron el camino a nivel mundial, en la mejora del control de los km/litro de combustible consumidos por sus flotas de transporte urbano. Este mecanismo regulador condujo a invertir en la informatización y en redes de sensores, que son los responsables de la medición en tiempo real de los consumos. Mientras que el número de coches han crecido un promedio de un 4% anual, la cantidad de gas y de diésel quemada bajó un porcentaje algo menor, puesto que resulta extremadamente difícil medir las toneladas de CO2 ahorradas, haciendo las estimaciones en base a las normas de emisiones que tienen los fabricantes de coches.
Fuente: CO2.

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