Los recientes estudios-nacionales e internacionales-llegan a la misma conclusión: se nos están agotando los recursos y, aunque esta realidad no tiene nada de novedosa, la tardía reacción de la población proyecta un desconocimiento y falta de conciencia en la sociedad frente a la problemática medioambiental global que enfrentamos.
Expertos como Gro Harlem Brundtland, ex enviada especial de la ONU para el Cambio Climático, ya han advertido que «en diez años, unos tres mil millones de personas pueden vivir bajo una crisis de agua», al igual que la ex primera ministra de Noruega quien durante la primera jornada del Foro de la Economía del Agua dijo que «para el año 2025, más de 3.000 millones de personas se verán afectadas por una crisis de agua». Las palabras abundan, pero las acciones no son suficientes.
Ahora bien, si nos referimos específicamente a Chile, el estudio realizado por el World Resource Institute reveló una estadística impactante: dentro del continente americano, nuestro país lidera la lista con mayores niveles de escasez de agua. Para representar esto, publicaron una muestra donde se catalogaban de 0 a 5 (siendo 5 el mayor nivel de escasez de agua) los países que en 2014 no podrán abusar del uso de agua potable. En nuestro continente, Chile lidera la lista con 4.45 y le siguen México con 3.99 y República Dominicana con 3.94.
Por su parte, en 2016 Fundación Chile realizó una investigación para la Dirección General de Agua donde detalló el volumen de agua dulce utilizada en 4 regiones de nuestro país (huella hídrica), concluyendo que el déficit de este recurso aumentaría en los próximos 15 años, provocando una disminución del 10% de la disponibilidad de agua al año 2030.
Pues bien, el escenario actual y futuro están bastante claros. El tema ahora es la proactividad de las personas frente a los posibles cambios que se pueden alcanzar y cómo comenzar a actuar. Aquí te entregamos algunos consejos escasez hídricapara ahorrar energía y agua:
• Una forma eficiente de generar cambios en el gasto de energía total (agua y electricidad) es disminuyendo el uso del agua, ya que no sólo estarás consumiendo menos agua fría y caliente, sino que además la energía empleada para calentarla.
Por si no lo sabías, el agua caliente genera un consumo que va desde un 20% a un 30% del gasto energético total del hogar y corresponde al segundo consumidor de energía, después de la calefacción. De esta forma, si se suma el gasto de electricidad utilizado en la vivienda, entre el 20% y el 30% de ese dinero se estará invirtiendo en calentar agua.
• Aprovecha las altas temperaturas de verano y date duchas cortas con agua tibia o frías, dejando de lado los baños prolongados con agua caliente.
• Utilizar botellas de bebida con agua en el estanque del baño es una excelente medida: 900 litros de agua al mes equivale al ahorro familia promedio, mientras todo Santiago equivale a 6.300 millones litros mensuales.
• Riega tus jardines al amanecer o anochecer para evitar la evaporación, que representa un 50% de la pérdida del agua
• Deja las llaves o los grifos de tu lavamanos, ducha y lavaplatos preparados para su apertura en posición de agua fría, así evitarás utilizar agua caliente que sólo se traduce en un gasto extra.
• Procura utilizar artefactos como lavadoras de ropa y lavavajillas con carga completa y evita el uso de agua caliente en el proceso de lavado, a no ser que sea necesario.
Fuente: Top-Ten