Brasil, Chile, México y Uruguay lideran energía limpia eólica, solar, biomasa y otras

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El año 2015 representó un año de gran crecimiento en el uso sostenible  de energía limpia y promoción de reformas jurídicas para fortalecer el desarrollo de las renovables en toda Lationamérica. El más reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo y Bloomberg : “Climascopio 2015” destaca que en el último año Latinoamérica inviertió más de 23mil millones de dólares en energía eólica, solar, biomasa, geotérmica y otras renovables . El reporte publicado esta semana en Energía Limpia XXI destaca que en 2011, la región atrajo US$20 mil millones en fondos para proyectos de energías limpias y en 2014 alcanzó los US$23 mil millones. Sin embargo, hubo obstáculos a lo largo de este camino. En 2013 la inversión fue comparativamente menor, alcanzando los US$15,4 mil millones. La región de América Latina y el Caribe es muy compleja, abarca dos hemisferios e incluye un conjunto muy heterogéneo de países. Como es de esperar, las condiciones y las oportunidades varían ampliamente entre todos estos países. La mayor parte de la actividad en la región hasta la fecha se ha centrado en las economías más grandes, pero algunos de los países pequeños también se han destacado entre los líderes de energías limpias de la región. Entre los diez primeros lugares del ranking mundial del Climascopio se encuentran cuatro países de América Latina: Brasil, Chile, México y Uruguay.

Ademas Climascopio indica que estos países aparezcan entre los primeros lugares del ranking no debería ser una sorpresa: Brasil ha sido líder regional en el desarrollo de energías limpias en los últimos cuatro años; a pesar de su desaceleración económica, el sector de las energías limpias sigue creciendo en el país. Chile se ha convertido en un líder en energía solar, primero con proyectos comerciales que no implican un contrato a largo plazo de abastecimiento, sino al contrario, venden su energía en el mercado spot liberalizado. Recientemente el país ha realizado subastas de energía limpia que se entregarán en bloques de tiempo individuales cuando más se requiera de este tipo de energía.

La reforma energética de México está abriendo nuevas oportunidades para los generadores privados y más capacidad para las energías limpias. Gracias a su sistema de subasta, Uruguay debería terminar el 2015 con casi el 30% de su capacidad instalada proveniente de parques eólicos. Finalmente, Honduras puso en marcha un sistema de primas atractivas que llevó a una oleada de desarrolladores a instalar 300MW de instalaciones fotovoltaicas en el pequeño país.

PARAMETRO I

En el Climascopio, el Marco Propicio del Parámetro I evalúa lo que se ha desplegado en el país (mirando la capacidad de energías limpias instaladas y los niveles de producción de biocombustibles), mecanismos en marcha que pueden facilitar la futura implementación de las energías limpias (políticas y la estructura del sector energético) y elementos fundamentales que ayudan al tamaño del mercado (precios de la electricidad, la demanda de energía y la tasa de electrificación).

Los cinco países con mejor puntaje en este parámetro son: Uruguay, Brasil, Chile, Nicaragua y Costa Rica, los cuales tienen un punto importante en común: todos ellos tienen una alta penetración de energías limpias en su matriz. Uruguay se destaca debido a una puntuación alta en su marco político y el crecimiento rápido de capacidad de energías limpias.

En 2014, los países de la región no introdujeron un número particularmente grande de nuevos mecanismos de políticas para apoyar las energías limpias. Sin embargo, se dieron pasos clave hacia la ejecución de las políticas que ya estaban establecidas. Entre algunos de los avances clave en el desarrollo de políticas que ocurrieron durante el año 2014, México continuó con la culminación de su reforma energética; Colombia publicó su ley de energía limpia; Honduras implementó un sistema de primas (Feed-in tariffs o FITs) para atraer el interés de inversores en la tarifa de US$180/MWh, que atrajo un gran interés por parte de la industria. Finalmente, Brasil, Chile, Jamaica, Panamá y Uruguay contrataron proyectos con energías de biomasa, minihidráulica, eólica y solar a través de subastas inversas para los contratos de energía. En la Figura 2, se destacan ejemplos de las subastas celebradas en los últimos dos años, mostrando los precios y la capacidad contratada. Para obtener una lista completa de las políticas, puede acceder a la biblioteca disponible en la página web http://www.global-climatescope.org.

Marcos de políticas estables y mecanismos de contratación estandarizados, como subastas y sistemas de primas (Feed-in tariffs o FITs) facilitan la instalación de las energías limpias. En la figura 3, se destaca la cantidad de capacidad de energías limpias en la región. A finales de 2014 un total de 39GW de energía limpia fue instalado en ALC, un 7,7GW de los cuales corresponden a nueva capacidad de energía limpia durante el 2014. Dos hitos importantes se alcanzaron en 2014: la energía solar superó la marca de los 0,5GW de capacidad instalada y la eólica alcanzó casi los 10 GW.

El colapso de los precios internacionales del petróleo fue uno de los grandes acontecimientos que sacudieron el sector energético en América Latina y el Caribe. Cuando el precio de referencia del crudo Brent cayó de US$110 a US$57/barril el impacto se sintió con más fuerza en los países productores de petróleo como Brasil, Ecuador, México y Venezuela, los cuales generaron menores ingresos como consecuencia de ello.

En lo que se refiere a las energías limpias, el impacto de la caída del precio del petróleo fue relativamente moderado en América Latina en 2014. Los precios mayoristas spot de electricidad, los cuales tienen una fuerte correlación con los precios del petróleo (ya que las plantas de combustibles fósiles por lo general son las más caras) no cayeron significativamente en el 2014. El promedio cayó solo 5% a US$53/MWh en comparación con el precio medio en 2013 de US$57,8/MWh. El impacto del petróleo más barato se podría sentir con más fuerza en el 2015, siendo los proyectos comerciales en energía limpia los más afectados, ya que estos se basan en los altos precios en el mercado spot, para lograr retornos de los inversionistas.

PARAMETRO II

El parámetro de Inversiones en Energía Limpia y Financiamiento Climático mira los niveles de inversión hasta la fecha para los proyectos de grande y pequeña escala, y mapea los flujos de fondos a las nuevas instalaciones, fusiones y adquisiciones, donaciones y las microfinanzas.

Los países que tienen mejor puntaje en este parámetro vieron un aumento importante de la inversión en 2014: Honduras, Bolivia, Guatemala, Panamá y Chile. En el caso de Bolivia, el país atrajo US$41 millones, representando un gran salto en comparación con los US$7 millones que se invirtieron en el 2013.

En líneas generales, durante el 2014 los niveles de inversión en energías limpias en la región se recuperaron y crecieron un 49% en comparación con 2013, cuando la región solo atrajo US$15 mil millones. Entre los principales destinos de inversión se encuentran: Brasil, que atrajo más de la mitad de los fondos, (US$14 mil millones), seguido por México (US$2 mil millones) y Chile (US$2 mil millones).

También es importante destacar algunos de los países que han visto un gran aumento en la inversión durante el 2014, entre ellos Panamá (alcanzando los US$839 millones en 2014, lo que supera ampliamente los US$172 millones de 2013), Honduras (que pasó de US$74 millones en 2013 a US$823 millones en 2014) y Guatemala (que fue de los US$84 millones a los US$702 millones durante el mismo periodo de tiempo). En otros países, la actividad ha comenzado a desacelerarse, como en Uruguay, por ejemplo, que atrajo mil millones de dólares, una cifra impresionante, pero un poco más baja de lo que se invirtió en el año anterior. Los países más pequeños suelen ver un patrón más intermitente de atracción de inversiones debido al tamaño de la red del país.

En términos de inversión en tecnologías, las tendencias observadas durante el 2013 continuaron en 2014. La energía eólica se mantiene como el principal sector de la energía limpia en América Latina y el Caribe, atrayendo US$15,5 mil millones en inversión. Brasil, México, Panamá y Uruguay atrajeron la mayoría de ella. La energía solar atrajo una cantidad récord de inversión; US$2,8 mil millones el año 2014, en gran parte debido a la acumulación de proyectos de energía fotovoltaica en Chile y Honduras.

El Climascopio también mapeó las fuentes de los fondos, clasificándolas en inversionistas nacionales o extranjeras. Los fondos procedentes de inversionistas locales también aumentaron durante el 2014, aunque de forma más modesta que en el año anterior, alcanzando los US$5,3 mil millones, en comparación con US$4,5 mil millones en el 2013. Como muestra el top 20 de inversionistas de energías limpias, el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil proporcionó la mayor cantidad de recursos y es uno de los principales inversionistas de energía limpia a nivel mundial. Otro banco de desarrollo regional que también aparece en la lista, es el Banco Centroamericano de Integración Económica. Entre los bancos y agencias multilaterales de desarrollo, vemos que han jugado importantes roles el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional y el Banco Alemán Gubernamental de Desarrollo (KfW). Finalmente, es importante destacar la participación de los bancos comerciales privados en la lista, como el Santander, de España; Bradesco e Itaú, de Brasil; y Corpbanca, de Chile.

PARAMETRO III

El parámetro de Negocios de Bajas Emisiones de Carbono y Cadenas de Valor de Energía Limpia III examina los tipos de empresas que prestan servicios o fabrican equipos para la industria de la energía limpia. Este parámetro también incluye un conjunto de indicadores fuera de la red (off-grid) que solo aplican a Haití, ya que es el único país en la región que es considerado un país fuera de la red bajo la metodología del Climascopio. (Para mayor información sobre cómo esta determinación fue establecida, por favor ver la Metodología Completa del Climascopio).

Al igual que en ediciones anteriores de Climascopio, los países líderes en este parámetro también coincidieron con algunas de las mayores economías de la región. Brasil y México lograron las puntuaciones más altas gracias al tamaño de sus economías y sus mercados de energía renovable. Sin embargo, la solidez de la cadena de valor de Brasil se ve ayudada por las reglas “de contenido nacional” del país que requieren que los desarrolladores usen equipos de origen local para acceder a préstamos del Banco de Desarrollo de Brasil para proyectos de energía limpia.

En México, los impulsores son algo diferentes. Si bien el país tiene aranceles a la importación de equipos fotovoltaicos (PV) fabricados en el extranjero, algunos fabricantes de equipos con base en el país también tratan de exportar al mercado estadounidense.

La mayoría de los otros países de la región cuentan con presencia de desarrolladores, ingenieros y constructores en los seis sectores evaluados bajo el Parámetro III: biocombustibles, biomasa y residuos, geotérmica, minihidráulica, solar y eólica. En Haití, donde la tasa de electrificación es muy baja y la mayoría de la población sigue dependiendo de formas de generación eléctrica distribuida, hay una oportunidad significativa para los sistemas de energías limpias de pequeña escala. El Climascopio identificó varias compañías en la isla que están proporcionando pequeños sistemas de iluminación y energía a partir de energía solar, la biomasa y minihidráulica.

PARAMETRO IV

El Parámetro de Actividades de Gestión de los Gases de Efecto Invernadero, examina las iniciativas a nivel de países, corporaciones, proyectos e iniciativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por país. Las economías más grandes por lo general están en los primeros lugares en la clasificación, no solo porque su nivel de emisiones es mayor y por lo tanto requieren de más proyectos, sino también porque tienen un sector empresarial más dinámico, que incluye a compañías internacionales y nacionales. Los cinco países que cuentan con mejor puntaje son: Brasil, Chile, México, Colombia y Uruguay, los mismos países que lideran el ranking del año pasado, con pequeños cambios en sus posiciones.

El Climascopio registró que ocho países de América Latina actualmente ya tienen una meta de reducción de sus emisiones, incluyendo a Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Jamaica, México y Perú. A medida que las negociaciones sobre el clima lideradas por la ONU en París, en diciembre del 2015, se acerquen, se espera que los países emergentes presenten nuevos compromisos.

En América Latina, hay un total de 1.160 proyectos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero registrados bajo tres normas: Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), Estándares de Verificación de Carbono (VCS) y Gold Standard (GS). Este número representa un ligero aumento de las 1.128 registradas en 2013. Sin embargo, vemos una mayor participación en proyectos de acciones de mitigación apropiadas para cada país (NAMAs, por su sigla en inglés). En 2014, 11 países latinoamericanos tenían proyectos NAMAs en preparación o que ya han sido implementados, en comparación con los 10 en 2013.

Fuente: Energía Limpia Para Todos

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